martes, 15 de diciembre de 2009

ENRIC MASO VAZQUEZ

Barcelona (C. Conde de Asalto nº 83), 13 de octubre de 1924, en el seno de una modesta familia, sin antecedentes políticos. Su padre era originario de Gerona. Realizó estudios de Ingeniería Industrial. Mientras estudiaba fue designado secretario general de Organización y Propaganda de las Congregaciones Marianas. Amplió estudios en EEUU, vinculado a muchas empresas. Participó en varios negocios como la construcción de las bases EUA en España, de las antenas de Radio Liberty, la producción del film “Así es España”. Se graduó en Administración de Empresas en la Universidad de Nueva York. Mientras estudiaba se ganaba la vida haciendo fotografías a los ejecutivos en sus lugares de trabajo. Después trabajó como consultor y asesor. En 1954 regresó a Cataluña. En 1962 creó Emerson Electrónica Española SA, que en 1970 se transformó en Compañía Española de Electrónica y Comunicaciones SA (CECSA). Un año más tarde compró Kolster Ibérica SA, que quedó integrada en la anterior. La empresa se convirtió en una de las principales productoras de aparatos de televisión del país con tecnología americana. En su fábrica del Guinardó trabajaba también para otras del mismo ramo. En 1967 se incorporó como vocal en el Consejo de Administración del Banco Industrial de Cataluña, del que fue nombrado vicepresidente en 1968, cargo que abandonó tras su designación como alcalde de Barcelona. En 1972 fue nombrado por el INI presidente de Construcciones Aeronáuticas SA (CASA), la empresa sucesora de la Hispano Aviación SA, creada en Sevilla por la Hispano-Suiza. Coincidió con el entonces Príncipe Juan Carlos de Borbón en el lanzamiento de unos satélites en EEUU. Al Príncipe le impactó Masó, que, en aquellos momentos, era el representante de España de un gran grupo empresarial norteamericano. Franco pensó en él para sustituir a Porcioles, ya que haría de puente entre los americanos y el régimen de Franco. Era presidente de TABASA cuando se iniciaron las obras del túnel de la Rovira. Fue designado Alcalde de Barcerlona el 11 de marzo de 1973, en sustitución de Porcioles. No era conocido en los ambientes fácticos de Madrid La Administración local barcelonesa necesitaba un gestor más que un político. En sus días de mandato municipal tuvo muchas tensiones provocadas por los problemas financieros y políticos de una ciudad que iba creciendo. Poseía una gran fortuna personal ajena a la especulación urbanística. Fue considerado más tecnócrata que político. Al sustituir a Porciones al frente de la Alcaldía aseguró el cambio y la continuidad de la oligarquía local. Solía pasearse por los barrios de Barcelona en mangas de camisa. Si Porciones era considerado un cacique, Masó era tenido como un “managers”. Daba el perfil de empresario de éxito, conocido en medios económicos, pero sin antecedentes políticos. Después de un periodo lleno de constantes protestas de los potentes movimientos vecinales que ya presentían el fin del régimen, tomó posesión de su cargo postulando una "mayor humanización de la ciudad", que junto con "realismo y coordinación del diálogo" completaban el ideario del nuevo alcalde, un hombre que se presentaba ante la opinión pública sin estigmas franquistas. Como él mismo había previsto, tuvo problemas desde el comienzo mismo de su mandato. Así, en el pleno municipal en el que tomaban posesión los nuevos concejales escuchó la sonora protesta del vecindario del distrito IX por la eliminación del candidato elegido, Rodríguez Ocaña, demasiado rojo para ser bien visto en la "Casa Gran". Tras este primer incidente y consciente de que su mandato tendría que moverse entre dos fuegos: el de un continuismo franquista que se resistía a periclitar y el de una oposición extramuros, vertebrada mediante asociaciones y movimientos vecinales que reclamaban a gritos democracia, equipamientos y servicios municipales de los que Barcelona carecía. Apenas formado el nuevo consistorio, el flamante alcalde comenzó sus regulares visitas a los barrios, acompañado siempre de periodistas, que se convirtieron en testigos de que algo estaba cambiando en la ciudad, aunque sólo resultara un cambio epidérmico. Más impactante resultó su visita a Nou Barris, donde, rodeado de los oportunos plumillas, impartió instrucciones tajantes para que una buena mujer dispusiera de una nueva vivienda en el término de 48 horas. Huelga decir que los aterrorizados funcionarios que le acompañaban movieron cielo y tierra para cumplir. Cuando visitó Canyelles, los vecinos le obligaron a pasar por una pasarela de madera que era el único acceso a la Guineaueta Vella. La acción hizo que se ganasen nuevos accesos y se realizasen obras de alcantarillado. Habló, al final del discurso, al numeroso público presente en la plaza de San Jaime en catalán, con ocasión del recibimiento al FC Barcelona, tras ganar la Liga en la temporada 1973-74. Acabó el discurso con estas palabras: ¡Visca el Barça! ¡Visca Barcelona! ¡Visca Espanya!. Fue designado miembro de las Cortes de Franco, en representación de municipios de más de 300.000 habitantes, en su calidad de Alcalde de Barcelona. Tuvo ocasión de comprobar los límites que el sistema le imponía cuando en un pleno municipal, celebrado el 4 de marzo de 1975, dieciocho concejales sobre un total de veintisiete votaban contra su propuesta de asignar 50 millones de pesetas a la enseñanza de la lengua y la cultura catalanas. Movilizada una activa oposición antifranquista, el escándalo político inundó la "Casa Gran". Un decreto del alcalde, emitido un mes más tarde, consignando diez millones de pesetas a la enseñanza del catalán, no bastó para apagar el fuego. El olfato de Masó le hizo consciente de que su aventura municipal, cargada de buenas intenciones, había terminado. Dimitió, ante la ira del Gobierno, en septiembre de aquel mismo año. Cientos de funcionarios que coreaban su nombre, le despidieron en medio de lágrimas y aplausos. Fue sustituido como Alcalde por Joaquín Viola el 18 de septiembre de 1975. En 1975 estableció contacto con una empresa americana con la que colaboró en el programa de defensa aérea española. Sus actividades empresariales quedaron divididos en 3 sectores: la dedicada a la fabricación de televisores y otros aparatos de consumo, los Sistemas Electrónicos que fabricaban aparatos de control aéreo, civil y militar y simuladores de vuelo, y Electrónica Básica que se dedicaba a fabricar circuitos electrónicos integrados en la fábrica de Esparraguera (Barcelona). En 1977 realizó un pacto empresarial con Pere Duran Farell donde ponían en común algunas de sus empresas. La situación financiera no fue tan boyante como los dos esperaban. En 1978 entró en el negocio hotelero al comprar el Palace y el Ritz, de Madrid, creando la empresa hotelera Nacional Hotelera SA. Con posterioridad traspasó la inversión a un grupo británico en el que entró como consejero. En el 2008, su grupo empresarial realizó la compra del edificio comercial de Vogue, de 2000 metros cuadrados, sito en la esquina de Paseo de Gracia. Falleció en la Clínica Quirón de Barcelona el 17 de noviembre de 2009.



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